Burt
Hablando con @merlinpurpura me he dado cuenta de que mi predilecciĂ³n por mirar hombres ligeros de ropa se remonta a muchas lunas atrĂ¡s. Con la muerte de Burt Reynolds hace unas semanas, nos dimos cuenta que la imagen de Burt en Cosmo ha sido uno de las primeras imĂ¡genes que habĂa despertado un sentido de añoranza en nosotros. Ha sido el catalizador que nos ha demostrado que si, que los hombres era lo nuestro. Y nunca hemos dado un paso atrĂ¡s.
Para hablar de esto, hay que remontarse al tiempo cuando lo homoerotico no era cotidiano. Cuando las imĂ¡genes de hombres desnudos no estaban al alcance de una conexiĂ³n a internet rĂ¡pida. Cuando alguien que no se conformaba con las migajas que los catĂ¡logos de ropa interior brindaban buscaba imĂ¡genes que respondieran a ese naciente deseo de ver a otros hombres luciendo sus encantos. Y esto nos lleva a Burt apareciendo desnudo en Cosmopolitan.
Cuando Burt decidiĂ³ desnudarse para Cosmo, no se encontraban muchas imĂ¡genes de hombres ligeros de ropa en publicaciones establecidas. No habĂa nada dedicado al disfrute que se vendiera abiertamente y mucho menos, que se pudiera encontrar con Ăºnicamente una bĂºsqueda rĂ¡pida en el mundo de unos y ceros. El mirar hombres desnudos era un secreto a voces que se pasaba de un amigo a otro o que se encontraba por casualidad. Todo eso era parte de un sub-mundo prohibido, conocido por los escogidos, que se extendĂa y regocijaba en los antros donde esa informaciĂ³n se manejaba como efectivo.
Eran otros tiempos. En ese entonces no habĂa un comercio establecido de erotica dirigida a hombres que se interesaban en otros hombres. Eran muy escasos los Blueboys o Honchos que se encontraban en el puesto de revistas. Es algo que solamente alguien que se ha criado hace algunas dĂ©cadas en una ciudad pequeña o paĂs en desarrollo puede saber. El encontrar erotica que pudiera ser disfrutada por homosexuales debĂa estar cobijado bajo el pretexto de que era para mujeres. Por lo tanto, Burt desnudo solamente se encontraba en Cosmo, la revista por excelencia de la mujer 'liberada'.
Y es algo que obviamente estaba relacionado con la idea restringida de que un hombre que abiertamente disfruta de otros hombres es 'menos' hombre. Ese hombre se relegaba al mundo femenino, esa imagen solamente se hubiera podido encontrar en una Cosmo, y luego en PlayGirl, la Ăºnica revista que se vendĂa over the counter en algunas droguerĂas escogidas. El mirar hombres desnudos, el objetificar lo masculino era solo prerrogativa femenina.
Luego con el tiempo vendrĂan las otras revistas. Honcho, Blueboy, PlayGuy. Las revistas porno hicieron sus pinitos en algunas droguerĂas de prestigio y en las librerĂas donde los niños rosa compraban las revistas de moda francesas. Pero el hecho de disfrutar de algo homoerotico estaba todavĂa limitado por clase y posiciĂ³n social: eran revistas caras, importadas, que se encontraban detrĂ¡s del mostrador o bajo la mirada recelosa del dependiente de turno, que siempre dudaba que tuvieras la edad para mirarlas.
Es algo que en este momento parece casi imposible, algo que no cabe en la cabeza de hombres que bĂ¡sicamente se han criado con la posibilidad de encontrar imĂ¡genes provocativas de otros hombres con solamente presionar unas teclas. Para los millennials, el estar despegados de su mini computadores es una afrenta que no se permiten. EstĂ¡n acostumbrados a marcar pauta en sus vidas y a dejar que el mundo los vea. Y ellos ven todo el mundo. Especialmente el mundo de otros hombres al desnudo. Basta mirar la pantalla del celular para encontrar desde el hombre cachas que se exhibe en Snapchat o Instagram hasta hardcore porno. Pero esas restricciones existen, es algo que todavĂa se ve en muchos paĂses dominados por el dogma y las condiciones sociales donde el deseo es regulado por un estado religioso y opresivo. En sitios donde el tener relaciones homosexuales es algo prohibido y peligroso.
De manera que leer la noticia de que Burt habĂa fallecido trajo estos recuerdos a colaciĂ³n. Burt, que otra vez dirige el deseo. No solamente el recuerdo enmohecido de esas imĂ¡genes en la Cosmo, sino la imagen de esos momentos pasados, de esos mementos que recordaban el asentamiento de un carĂ¡cter que nos ha llevado a ser nosotros, a establecer identidades que han superado tiempo y lugar y que nos han permitido ser los hombres que somos ahora.
Mil besos. Merlin.
La negri, desde la puta mierda.
xoxo
Te contesto en castellano porque mi inglés es un poco chapucero :-)
ReplyDeleteBurt era uno de mis prototipos de hombre ideal, ¡no me habĂa enterado de la noticia de su muerte! y en fin, tal y como dices, hay que ver como han cambiado los tiempos en esto del acceso a todo tipo de informaciĂ³n nada mĂ¡s con pulsar un botĂ³n. Para quienes han conocido lo insĂ³lito que era en su momento el poder acceder a cualquier imagen de un hombre desnudo ( y mucho menos en actitudes amorosas con otros similares ), comparar el antes y el ahora es un ejercicio increĂble del que solo se puede sacar como conclusiĂ³n lo maravillosa que es la libertad de poder mirar hacia donde uno quiera sin restricciones. ¿Que se ha perdido quizĂ¡s una pizca del encanto de lo prohibido y lo oculto?...puesss puede ser pero compensan con creces las ganancias.
No todo lo que nos deparan las nuevas tecnologĂas iba a ser negativo, ¿verdad?
Abrazos ¡y feliz semana!