Pistantrofobia

PICTOLINE

Si es cuestión de confesar, algunos hombres me la han hecho. Como yo soy de esos de edad indefinida que lo mismo pueden tener treinta que sesenta (y como este es el internet y podemos ir de Norman Mailer o Troye Sivan si se nos antoja) vale la pena aclarar que he pasado por algunos hombres. Unos buenos, otros malos, otros que ni el mas piadoso de los recuerdos rescata. Pero varios.   De santo, ni el nombre. Que vamos, varones, sí he conocido. Y de manera bíblica.

Pero en fin, si vamos a ser francos, si todos nos remitiéramos a tener solamente relaciones exitosas, pues nos sabríamos de casa. La idea de negarse a socializar o a intentar tener relaciones con alguien por el miedo a fracasar o a resultar herido es, francamente, ridícula. Pero hijo, si vamos a fracasar, nos sale una paja mal y quedamos torcidos.

Tengo un amigo, que al parecer ha desarrollado de repente este miedo de confiar en otros emocionalmente. Y es que te digo, que ha tenido unas relaciones que ni yo, que he pasado del delirio al uso y al abuso no he tenido. Si, es verdad que se ha escogido unos truhanes que yo hubiera atacado a bofetadas al menor intento. Uno le ha cambiado la vida para siempre. Y yo sé que tanto le ha afectado. Pero es que somos de humores diferentes. Mi amigo es voluntarioso y terco, llevado de su parecer y altanero, pero cuando tiene que ver con hombres, se convierte en una ovejita. Manso y sin pretensiones. Nunca me lo he explicado. En serio.

El ultimo que le he conocido de tiempo completo lo explotaba de manera inclemente y hasta lo ha tenido en una de esas uniones civiles. Era uno de esos tipos que se creen cachas, con buen pito y que le complacía en la cama. Pero era un inútil que no había trabajado mucho más de tres minutos en su vida y que hacia todo lo que la madre le pedía. En fin, una joya.

Ahora lo ha dejado (que he tenido algo que ver, porque le he dicho que si no lo dejaba yo mismo iba a encargarme de darle y darle al asunto com disco rayado hasta que entendiera) pero el problema que veo es que parece que ha desarrollado una alergia a cualquier tipo de compromiso. Solo se codea (y más, vamos, que esas cosas que ocurren en los lavabos de los centros comerciales tienen que ver con todo menos con los codos) exclusivamente con tipos de rato. Con hombres muy atractivos al parecer (me los describe y se ven fantásticos en el papel) pero que ofrecen solamente un desahogo temporal. Nada más.

Tenemos al bailarín. Un tipo que te mueres: cara, cuerpo, pito. Todo. Que he visto las fotos, hijo. Casi que se necesita poner el iPhone en Panorama para captarlo completo. Pero el tipo, de viaje por el mundo todo el tiempo y solo se acerca por ratos. O el joven del miembro generoso, que no descansa,  guapo y dispuesto pero que aparece solamente durante la luna llena. O tal vez menguante. Otro Hijo de la Luna. Ya te imaginas. O el del hombre casado: guapo, con savoir faire y muy bueno en la cama, pero que por defecto, vuelve donde la mujer una vez que mi amigo le ha calmado el ansia que lleva por dentro. Una dieta de migajas.

Y así sucesivamente. Y no nos digamos mentiras, yo estoy por cambiar de amante tanto y cuando sea necesario, pero lo que veo es una aversion total y voluntaria a involucrarse emocionalmente con alguien. Todos esos hombres son guapos, tiernos, buenos en la cama. Pero todos tienen una válvula de escape en caso de incendio: no están disponibles emocionalmente. Y eso es los que mi amigo parece valorar: el hecho de que no le presenten ningún peligro para el corazón.

Y yo me digo: que es lo que sucede aquí? Que vamos, que mi amigo no tiene dieciocho. Que ya llega a los cuarenta mas fácilmente. Es que el ser emocionalmente vulnerable es tan difícil? O tal vez son todas esas relaciones maltrechas que han dejado una cicatriz que no se borra?

No me lo imagino. Pero me lo pregunto. Y al fin y al cabo, mi amigo es un hombre hecho y derecho. Ya va a encontrar su media naranja, me imagino. Pero me preocupa que haya entrado en este ciclo de solamente dedicarse a hombres que no le brindan mucho mas que unas horas de sudor y ósculos oscuros. Es un alma delicada y por eso creo que se protege. Pero me pregunto si este protegerse no lo ha llevado al extremo de no conectar con nadie.

Ya veremos. Como dice Neruda: no hay soledad inexpugnable. Todos los caminos llevan al mismo punto.

xoxo

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