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Cuando otros piensan por mÃ
Fragmentos del Editorial
El agua se acaba y los árboles también
olombia Pensante - Edición Veintitres / Noviembre 2005
http://www.colombia-pensante.com/
Siguiendo los dictados e imposiciones como cualquier colonia, la clase polÃtica colombiana ha privatizado gran parte de la actividad económica estatal sin que tales transacciones se traduzcan en un mejoramiento de las finanzas ni del mejoramiento de vida de la población. Una de los últimos Ãmpetus privatizadores más infames emprendidos por el gobierno actual, es lograr un mecanismo legal para la privatización del agua y de los bosques naturales. ¿Sabrá el pueblo colombiano de que se trata esto?
Al igual que pusieron dos caras femeninas en el congreso para empacarle el proyecto narcoparamilitar al paÃs, pusieron a una vendedora de cosméticos y a un gomelito al frente de dos ministerios para empacarle este ultimo agravio a la nación. La explicación oficial fue la misma: para generar empleo, desarrollar el campo, proteger los bosques y, darle estabilidad jurÃdica a la inversión en reforestación; no suena mal, ¿verdad? Sobretodo viniendo de un economista con postgrado costeado con bienes de la nación en una universidad estadounidense. Lástima que la formación cultural colombiana de muchos de estos estudiantes, les impida apreciar y asimilar las cosas buenas de sus anfitriones que si aman su paÃs y lo protegen; pero en Colombia sucede lo contrario. Uno no puede dejar de preguntarse, ¿para quien trabaja esta gente? Pero que importa, ¿verdad?, Colombia es un paÃs de pobres y desinformados ciudadanos que jamás protestan por las arbitrariedades y traiciones de su lider azgo. Au nocivos proyectos ameritan una protesta más contundente y sostenida que la ejercitada para proteger la buena imagen de Juanes, ¿o nó?
En cualquier nación moderna y organizada, con medidas menos dañinas, la población no solo hubiera parado ese exabrupto, sino que hubiera prescindido de esos “servidores públicos”. En otras latitudes, muchos gobiernos han caÃdo estrepitosamente por atentados contra el patrimonio nacional, menos abusivos que los que se están cocinando en Colombia. La Ley Forestal es potencialmente tan nociva para el paÃs, que aun el progobiernista diario El Tiempo (Diciembre 19 de 2005), le pidió al presidente Uribe que no la firmara. .......
De seguir manejando asà los pocos recursos que le quedan al paÃs, dentro de muy poco los colombianos no solo terminaran viviendo en cordilleras inestables y peladas (ya se notan desde el aire), sino en áreas contaminadas quÃmicamente, con un aire contaminado ya de por si por los cientos de miles de toneladas que vomitan las chimeneas industriales en las grandes ciudades, con cultivos mermados y contaminados y sobretodo, sin agua!. La purificación del agua será tan costosa que el gobierno justificara su alto costo para entregársela a quien quiera hacerlo (ese es el Ãmpetu de la propuesta del gobierno). Los capitalistas criollos y sus socios multinacionales saltaran en el negocio y los colombianos quedaran deprivados de otro recurso natural y tendrán que pagarlo al precio que los acaparadores se lo quieran vender. Definitivamente Colombia es el lugar para invertir.
En las próximas décadas el proceso y comercialización del agua será tan costoso para el consumidor que el negocio del agua será quizás aun más codiciado que el oro que buscaban los españoles hace cinco siglos. Esto porque el agua es vital para la existencia humana, el oro no. Asà dentro de poco unos cincuenta millones de colombianos viviendo en alturas áridas se verán envueltos en una guerra urbana de supervivencia. Si ahora millones de familias no pueden pagar los servicios básicos, imagÃnese lo que les espera a los ancianos de esta generación y a sus descapitalizados hijos quienes gracias al infame y desigual sistema pensional, solo se podrán pensionar post mortem.
Por lo anterior, privatizar el agua equivale a una entrega de la soberanÃa y la seguridad de Colombia a entes económicos privados, y a una amenaza directa contra la población colombiana. Los entendidos ya saben que las fuentes se están secando y los rÃos están contaminados. A la luz de las amenazantes catástrofes ambientales, ecológicas, económicas y de salud que se avecinan en el planeta, lo menos que debe hacer el ciudadano colombiano es elegir limpiamente a personas capaces, honestas y comprometidas con el paÃs, no solo con sus ricos socios nacionales y extranjeros, y cerciorarse para que a quienes se les da el privilegio del poder publico, aseguren, protejan y administren sabiamente los pocos recursos naturales que le quedan a Colombia. Un paÃs no puede existir sin sus recursos naturales, sobretodo uno como el nuestro donde es con lo único que cuenta. Recordemos que sin agua no hay vida y sin vida no hay nación.
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Gracias.
not even sure what you're comment meant
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