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Saul




soy una chica en las mañanas me lavo el cabello
pinto mis uñas y me visto de rosas y verdes..
luego me maquillo y cuando yo camino la gente me mira insistente
cuando estoy contigo solo quiero nieve de fresas

Soy una chica uso tacones de plastico
huele mi cuello es aroma de rosas y nuez
cuando llego a casa junto a la ventana puedo ver tu cara de lejos
cuando llego a casa miro como el dia termina

Y el espejo es toda la realidad
que triste entender como ellas no puedo ser
y el espejo nunca miente
no puedo soltar mi labial.

Lo malo es que me llamo Saul y el mundo no lo quiere entender
Lo malo es que me llamo Saul y el mundo yo lo vivo al reves

Lo malo es que me llamo Saul


Esa es una cancion de Natalia y la Forquetina que no para de sonar en mi iPod. No solamente porque me encanta el sonido de la banda (como si fuera Nelly Furtado -sin diluir- con un toque de Blondie) sino porque el tema del genero y la sexualidad ha estado presente en mi vida en los ultimos dias: primero, en un grupo al que asisto discutimos los bisexuales (y tomamos posiciones en cuanto a que si de verdad eran tan versatiles, que si de verdad eran gay y solo se montaban el cuento del otro sexo para que no los apabullaran y acosaran con el 'que diran'...) y luego mi amigo de El Ansia trae a Kinsey a colacion, y todo lo que transpira el continuo de la sexualidad humana (yo? un seis, gracias). Claro que HomoSapiensis siempre tiene las anotaciones mas interesantes que te puedas encontrar -que se las trae, este hombre- y como siempre, me ha hecho pensar. Y heme aqui, escribiendo sobre eso en una noche de insomnio. Porque si no digiero, estallo.

Y es que las cuestiones sobre sexo e identificacion con lo que es masculino y femenino me imagino que no nos dejan de inquietar. Sobre todo en sociedades patriarcales donde la masculindad se mide por la mirada del hombre Marlboro: distante, desconectada, aislada y amenazante. Este tipo de sociedades (la norte y suramericana incluida, sin mencionar las del medio oriente) sienten una obsesion que raya en lo malsano en cuanto a lo que es la dicotomia hombre/mujer. O se es lo uno o lo otro. No se puede estar en desacuerdo con las definiciones que establecen y si no se cumple con los parametros, arde Troya.

Y el problema no es solamente la dicotomia, sino la lista de cualidades y requisitos que se deben llenar cuando se revisa el paradigma: si no se cumplen todas, se ha fallado. No se coloca uno ni en un sitio ni en otro. Como paquetes de la UPS sin un destinatario, nos han de colocar en un hangar vacio, con otros paquetes perdidos o sin reclamar. Esto me ha llevado a preguntarme como me siento yo, con los rebeldes del genero. Y me ha gustado mi respuesta: bien.

Tengo tres amigos (llamemoslos J, K y E) y son dos chicos y una chica. El hecho de que hace algun tiempo eran dos chicas y un chico -al menos en lo que contaba con la apariencia fisica- no es lo que importa, porque lo que importa para mi es el proceso que he tenido que llevar para cambiar mi propia concepcion de lo que es masculino o femenino en el mundo fluido de genderfuck. Si ves, querido lector, que es nuestra percepcion de lo que esperamos lo que no nos deja ver a las personas debajo de la piel, pero me he dado cuenta que al fin me ha costado muy poco trabajo ver a los dos chicos en las chicas que un dia fueron: uno, bajo y musculoso, muy frat boy, con su aficion a la cerveza y las chicas bonitas y el otro, algo y guapo, a lo Elvis, con una barba que me fascina y los ojos mas bellos que ningun hombre tenga. O pienso en mi amiga (que es masoterapista y tiene el cabello mas fabuloso que te puedas imaginar) no como el chico que su padre todavia ve, sino como la mujer fabulosa que escribe poesia lesbica en su pagina de myspace.

Y es que esa es otra leccion que nos ofrecen estas personas que se niegan a -y no pueden- conformarse con las camisas de fuerza que la sociedad trata de imponerles. Una sociedad mojigata, ignorante, supersticiosa y temerosa de estos seres que le sacan la lengua y que viven su vida como la sienten: sin limites. Ellos se relacionan con hombres y mujeres o mujeres y hombres (J ha tenido novios y novias y K, pues vamos, que no me molesta nada que me abrace, hombre) y viven sus vidas aceptandose sin rencores aparentes. Y me inspiran. Y los envidio a veces. Porque yo todavia me encuentro algunas veces atado a la dicotomia de los roles. Y no veo la hora de ser libre.

(Un beso para vos, Turo desde la puta mierda)

Comments

  1. hacia dias que no te visitaba, y en primer lugar gracias por tus referencias a mi blog... Es un placer comartir esta complicidad contigo... En cuanto a la dicotomía de la sexualidad, pues creo que estamos pasando por un etapa de cierta crisis, tal vez inducida por otra crisis mayor de valores... y como toda crisis, se conllevan cambios, en la sociedad y el individuo... La mayor libertad de discernimiento, y a la vez la incertidumbre que nos bombardea por muchos frentes hace que dudemos, que nos planteemos otras actitudes, habitos, que probemos a manifestar cosas que antes no nos atreviamos... solo el tiempo dira hacia donde se dirijen esos cambios... Muy buen post, es agradable leer y compartir todas estas reflexiones.. Un abrazote

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