Heroes Perezosos

Esto me lo ha enviado @merlinpurpura y me ha puesto a pensar en lo inevitable que se ha vuelto el celular para todo, en todo momento. Conectados hasta el alma, se puede decir. Y hay gente, en este momento, que no se imagina una vida sin un inalámbrico cerca. Todo lo hacen a través de ese pequeño conjunto de componentes electrónicos: ordenan su comida, compran su ropa y se consiguen a alguien para un rato de sexo.

Me he preguntado, y que tal que no hubiéramos tenido nunca el Grindr, el WaPo, el Tinder, el Hornet? Que tal? Nos hemos convertido en Heroes Perezosos, como dice Casciari. Nos hemos acostumbrado a los torsos, las vergas, los culos sin cara que nos llaman desde cada una de esas ventanillas en nuestras manos. Con cantos de sirena sin personalidad, porque la personalidad no se traduce en ninguna app.

El hecho de 'comer a la carta', ha rebajado el precio de una cena hecha en casa. Ya no se aprecia un viajecillo a la librería gay, al bar de ligue, a la disco donde los hombres se miren por interminables minutos entre canciones. Ya no hay ligues de parque, miradas interminables en el metro, encuentros de biblioteca, salidas a la playa gay. Ahora todo se concentra en una pantalla de pocos centímetros, unas fotos de hace dos o tres siglos (si son de verdad sus fotos, porque catfishing es un deporte nacional ) y un saludo de 'que buscas?' que no dice nada.

Si ya te mandan una foto de su verga a los dos segundos de contestar o iniciar un saludo. Cuando la primera pregunta es: 'activo o pasivo?. Eso es, cuando se dignan siquiera contestar. No les importa si puedes cantar mejor que Bocelli, si tienes mejor físico que Nadal o si te vienen las letras como a Garcia Marquez. Lo que necesitan es que sea rápido y sin mucho trabajo. La personalidad, lo que nos hace individuos, ya no parece ser esencial. Todo lo que importa es la inmediatez, a lo que vinimos y nada más. Y si no cumples las pocas condiciones que parecen formar su arsenal de requisitos, pues hasta pronto.

Y al parecer, el llegar a conocer a alguien en persona antes de abrirle las piernas es inconcebible para algunos hombres gay ahora. Sin el teléfono celular no son nadie. No hay esfuerzo siquiera en elaborar un perfil en linea que sea atractivo, como cuando se escribían juegos de palabras o frases brillantes en un anuncio personal que iniciaría una conversación con el hombre deseado. No hay esfuerzo en escoger lo que se van a poner para ir al bar, al cine, a un restaurante, simplemente se quedan en casa y se dejan los calzoncillos -los mas pudorosos- y dejan la puerta entreabierta para que entre el ligue de turno en su apartamento y les dé por culo. No se lee un periódico, no se enteran de lo que sucede en el mundo, porque las frases que se intercambian antes de intercambiar fluidos son someras y no requieren ningún esfuerzo.

Para muchos, nunca ha existido algo diferente a la comunicación que los mensajes de texto en una pantalla de cuatro centímetros les brinda. No hay romance, no hay aventura, no hay esfuerzo. De manera que deja tu teléfono a un lado por un momento y decide hablar con alguien que te guste. Habla con el, roza su mano, míralo a los ojos y luego decide si te gustaría que pasaran la noche juntos. Ya vas a ver que tan divertido es.